31.10.11

Fish Tank: cómo nos encanta Michael Fassbender aunque parezca un corruptor de menores

En mi obsesión platónica por este actor, y a la espera de poder ver Shame de una vez, me estoy poniendo al día de su trayectoria.
Esta película, que es como una especie de capítulo largo de Skins, te da una buena sesión de cuerpo germano-irlandés, si es lo que estás buscando, pero al final acaba convirtiéndose en una peli con mucha más miga de lo que parecía.

Por cierto, que su directora, Andrea Arnold, acaba de hacer la adaptación de Cumbres Borrascosas, con Kaya Scodelario como protagonista... ¿Será éste el comienzo del romanticismo chandalero?


23.10.11

sólo somos átomos

Sólo somos átomos, como casi todo, tiene una historia.

Hace bastante tiempo, la vida me puso en una de esas situaciones tan maravillosas y horribles a la vez. Ésas en las que sientes tantas mariposas en el estómago que sientes que vas a echar hasta la primera papilla… que en lugar de agradables cosquilleos de alas sientes patas de insecto rasgando tus vísceras. Iba a encontrarme con alguien, y estaba tan nerviosa que llegó un momento que pensé que realmente iba a desvanecerme, que las piernas no iban a poder soportarme más, que mi corazón iba a pararse. De repente, me sentí incapaz de todo, me hice minúscula, sólo quería dar media vuelta y no enfrentarme a ningún tipo de situación parecida, por muy romántica que fuera, por muchos buenos momentos que fuera a reportarme después.

Supongo que así debe sentirse la cobardía en estado puro: incapaz de dar un paso más. Mientras el ascensor subía, yo veía todo mucho más iluminado, más claro, más borroso…

Entonces, mi cerebro, esa bola de proteínas, azúcares y agua con millones de años de evolución, rápidamente salió en mi ayuda, buscándome un consuelo, proporcionándome una frase poética, que hiciera de una situación fisiológicamente insostenible un bonito desgarro literario, para darme fuerzas y sobre todo para poder recordarlo, tiempo después (ahora) como algo digno de escribir. Y llegó, de pronto: sólo somos átomos. ¿Qué más da? Tan sólo somos átomos. Tú, él, el ascensor en el que subes, el oxígeno que respiras o el que te falta. Cuando le mires, cuando le toques, todo lo que él piense y todo lo que tú sientas: tan sólo son átomos. Bombas de sodio-potasio estallando en el interior de los axones de tus neuronas, tan sólo eso. Nada es mágico, sólo es físico. Este nerviosismo, no es más que adrenalina sostenida en sangre, tus riñones funcionando a toda máquina. No somos más que un conjunto de átomos ordenados, secuencias que dan lugar a piel, cuerpo, saliva y movimiento. Nada más. No hay nada más. Nada de lo que sientes es más real que la pura materia. Y nada existe fuera de ella. Por tanto, no hay nada de lo que preocuparse, nada que temer. Tú no existes, él tampoco, nadie es especial.

Esa frase retumbaba en mi cabeza mientras alguien abría una puerta, también compuesta sólo por átomos.

Desde entonces, esa frase me consuela. No somos más que átomos. Somos insignificantes y ni el dolor ni el miedo existen en realidad. Ésa es nuestra triste o amable verdad.

21.10.11

mary blair

Me encanta cuando abro google y aparece la cabecera con algún dibujo, algún homenaje a alguien, algún centenario...

Hoy, al abrirlo, ha aparecido esta monada.

Hoy se celebra el centenario del nacimiento de Mary Blair, una mujer que hasta hace unos minutos no sabía quién era, pero de cuyo trabajo acabo de enamorarme totalmente. Mujer, ilustradora, Walt Disney, años 50, colores, colores y más colores... Y ese punto naíf necesario para los cuentos y las películas.


Lo dicho, enamorada.
He encontrado en este blog una buena galería con la que deleitarse, pero pienso ponerme al día de su historia!

19.10.11

cahier

Agradable sorpresa triangular en H&M, que ahora por lo visto también vende cuadernos.
De hojas blancas lisas (¡qué lujo!), por 1,95€.


9.10.11

drive

Estoy muy policíaca últimamente (porque negra lo estoy siempre) con las novelas y las películas, he descubierto que es un género muy entretenido y adictivo. Menos drama y más sangre y tiros... aunque siempre acaba habiendo drama detrás de ellos.

Un buen drama, con más sangre que tiros, es la película Drive, que ha sido mi plan de viernes.
Podría decir: la protagoniza Ryan Gosling, y entonces mi post acabaría aquí. No tendría que decir nada más, porque todo caería por su propio peso: film obligatorio y punto.
Pero como yo amo con la razón y no con el corazón (ja!), procedo a hablar más acerca del asunto.

Me ha resultado una mezcla rara, es algo así como una peli de acción-indie, porque lo tiene todo: secuencias de acción a cámara lenta con canciones lentas, el protagonista conduce a tope, pero la ciudad pasa despacio tras las ventanillas, mientras él reflexiona sobre su situación vital, la cual difícilmente comparte. Además, que la chica de una "película de acción" sea Carey Mulligan, es toda una declaración de intenciones. ¿Qué más? Ah, si, escenas lentísimas, doble filo: a veces sientes que se te va a parar el corazón (escena final) y otras sientes que comienza a salirte barba de lo eterno que se te está haciendo (las novelas solventan este problema).
Y para rematar, una buena dosis de 80's: los suficientemente hortera para molar, pero sin llegar a ser cutre. Cazadora de raso con escorpión dorado en la espalda, y oh si, aquí llega mi máxima crítica: cartelería con el título en letra mistral color fucsia. Ése es el verdadero crimen, y no todo lo que narra la historia.

Todo esto para demostrar que, detrás de un póster desastroso y con una tipografía que araña los ojos, se encuentra una peli que merece la pena, con una banda sonora revival 80's que tiene algunas canciones que verdaderamente enganchan, y aunque me recuerda a muchas otras películas, desde luego ésta consigue ser diferente a todas las que haya visto antes.

El resto del reparto: Joan de Mad Men, el padre de Malcolm in the Middle (que ahora también hace Breaking Bad) y Ron Perlman, el hombre que siempre hace que me venga a la mente Tom Waits.

Y para regocijo de todos: hay novela, de James Sallis. Compararemos, aunque sea odioso hacerlo.




Y para terminar, mi escena favorita.



4.10.11

días

Días sin tiempo para nada porque están llenos de todo.

(Y aparte de eso, una foto de un cerdo que se va a una fiesta.)


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