jane eyre

Grandes esperanzas puestas en otra Jane más.

Suerte que con Michael Fassbender una no se la juega, es éxito seguro.

ciencia

El mejor remedio contra la llegada del curso, inminente y devastadora (oh si), viene compuesto por: una tonelada de mantequilla, otra de estrógenos, películas románticas en la reserva ("para cuando tengamos tiempo"), música guay, flores y florence, las tardes, galette y quiche, sushi y falafel... y Richard Ashcroft, sí, porque he nacido ayer.

¡La ciencia me ampara!

Hidratos de carbono y chocolate son claves en la la síntesis de la serotonina. Si al final es todo cuestión de salud (bueno, la flores son sólo porque son bonitas).

aquellos días de bailes

Vaya!

Mi grupo de chicas suecas favorito, Those Dancing Days, del que últimamente soy poco fan a juzgar por lo poco que leo su blog, parece que se toman un respiro. Llego un poco tarde, porque lo avisaron hace casi un mes, aunque lo he leído hoy.

Jo, qué rollo. Apenas han sacado su segundo disco y ya están cansadas, cómo se nota que sólo comen productos ecológicos... Así que nada, de conciertos en Madrid ya ni hablamos. Qué pena, porque me apetecía un montón verlas otra vez.

Debo de tener guardada en algún sitio la servilleta que les sirvió de tracklist para el concierto del 30 de abril de 2009, sala Moby Dick. Definitivamente, soy una pésima fan, debería guardarlo como oro en paño, y en lugar de eso, lo guardo como sólo un paño.

En cualquier caso, espero que todas se saquen pronto el graduado escolar para que vuelvan a la carretera!

Y para celebrarlo, un vídeo y una canción de buen rollo total, muy swedish todo.

type of the day: bree & mossy

Hoy, un par de letras finas, finísimas, como la línea que nos separa del cambio de estación.

(Además de un par de imágenes de calidad mala, malísima. Qué pena.)

Bree

Mossy

¡feliz año nuevo!

Hola, blog.

Parece que el verano se acaba, el pelo se me cae a mechones y ya hay que empezar a llevar chaqueta por las noches. Virgo se termina, dejando paso a Libra, y a toda su depresión. El otro día intenté poner mi despertador y no recordaba muy bien cómo funcionaba.

Y, como un ciclo, yo empiezo a vivir una de las épocas más felices del año: la sensación de abrir un cuaderno completamente en blanco (sí, de esos que son blancos, que no tienen ni rayas ni cuadros y que son tan difíciles de encontrar en las tiendas). Blanco, vacío.

Y la lista de todas las cosas que tenemos que hacer este año, tantos planes...

Hola, último curso de universidad.

Hola, Madrid.

Hola, a ti. Y a ti también.

Hola, jersey. Hola, metro por las mañanas. Hola, todos los discos de todos los grupos que descubriré este año. Hola, carnet de conducir. Hola, italiano. Hola, tartas, pasteles y películas. Hola, luz y colores de otoño.

Hola, bebé.

¡Hola, estado de euforia contenida!

Feliz año nuevo. Que todas las ilusiones se cumplan, o, por lo menos, se mantengan hasta el cambio al horario de invierno.