30.10.12

Miju Lee

Qué bonito es este fenómeno psicológico de activación de radares de aquellas cosas que tienen importancia relevante en algún momento de nuestra vida. Cuando te tiñes el pelo de azul, de repente, todas las chicas lo llevan. Cuando te gusta alguien, de repente empiezas a ver su nombre por todas partes, como si el mundo se hubiese puesto de acuerdo para llamarse así. Por no hablar del archiconocido fenómeno por el cual todas las mujeres se quedan embarazadas justo al mismo tiempo que tú.

Pues eso, la semana que decidí que iría a Korea, descubrí el Gangnam Style de Psy.

Y ayer, descubrí a Miju Lee. Que también es artista, sólo que con un matiz diferente. Coreana pero afincada en Barcelona.

Fui por primera vez a la nueva librería La Central de Callao (ese lugar tan esnob que a niños y mayores enamora... y a mi también, por supuesto) y en la sección que cómic y novela gráfica (para chuparse los dedos) encontré este pequeño librito:


que trata sobre todas las cosas que pueden ocurrirte mientras esperas a encontrar a una pareja.

Me gustó mucho, la verdad. El dibujo es un poco naíf, pero las situaciones que refleja son reales como la vida misma. Y así pintadas (nunca mejor dicho), qué se yo, pues como que entristecen menos y molan más.

Así que me he puesto a fisgonearla y me ha gustado mucho lo que he encontrado.




Seguro que esta no es la última cosa coreana que encuentro que me gusta... espero que lo próximo sea un billete de avión  :)



28.10.12

Like a velvet glove cast in iron

¿Alguna vez te han dado un puñetazo en la boca del estómago?

A mi sí.
Una vez, yo era pequeña, pongamos unos 7 años. En el patio del colegio, un compañero de mi clase recuerdo que se acercó y, sin mediar palabra, me asestó un puñetazo justo debajo del esternón. Después se marchó corriendo y riéndose. Fue tan surrealista que no podía creer que me estuviese pasando de verdad... aunque tampoco pude pensar mucho, pues sólo me concentraba en volver a respirar.
Y es que sólo sabes cómo es sensación cuando te ha ocurrido.


El segundo puñetazo me lo dio Daniel Clowes, hace unos años.
Y éste, por el contrario, me encantó.





23.10.12

El tiempo que viviremos

Me ha ocurrido una cosa muy extraña hace un rato: estaba hablando con mi amiga Blanca, que ahora vive en Seúl. Para mi era una tarde aburrida en casa, ventana abierta, ruido de gente, luz. Ella sin embargo me cuenta que son la una de la madrugada y que está estudiando mientras toma té. Ha sido un momento curioso.
En la inmensidad del mundo, que es tan grande para que las dos estemos en dos momentos completamente distintos, a dos temperaturas distintas y en distintos días, y el pequeño rinconcito en el que nos encontramos, esta pantalla, con el milagro de Internet mediante, hace que tú estés aquí y yo allí. Tú, como si estuvieras aquí conmigo pasando la tarde, yo, como si estuviera allí contigo, ayudando a que el sueño no te venza en tu madrugada de estudio. Estás en mi mañana y yo en tu ayer.
Te pregunto: oye, ¿y qué tal está el 24 de octubre? ¿Seremos felices?, y como me has contestado que sí, me he quedado mucho más tranquila.

Recuerdo la sensación que sentía cuando estaba en Costa Rica, cuando, después de desayunar, me apetecía comunicarme con Madrid y resulta que apenas sí podía pillar a alguien porque ya estaban todos cenando, o dormidos, o fiesteando... Por no hablar del viaje, no apto para vampiros, en el que avanzas junto con el sol, que está igual de radiante a las séis de la tarde, a las once de la noche y a las tres de la madrugada. Los límites temporales, como que no los termino de pillar. Yo creo que también son un invento para que los ricos se hagan aún más ricos, como pienso de casi todas las cosas que no entiendo. ¿La física cuántica? Todo un montaje para que El Corte Inglés aumente sus ventas, seguro.

Así que sí, parece que no necesitamos descubrir ningún universo paralelo en otros cosmos, puesto que ya tenemos millones aquí en este mismo planeta
Y sí, definitivamente quiero ir a Korea, a ese universo adelantado, que vive los días antes, que sabe como será mañana cuando aquí no hemos terminado de vivir el hoy... porque no hay mejor forma de avanzar hacia el futuro, que ir, directamente, al futuro mismo.








Buenas días, Blanca. Feliz 24 de octubre.



19.10.12

Reconciliación


Cuando miro por la ventana de mi habitación, veo esto:




Bueno, no siempre hay arcoiris, claro, de la misma manera que no siempre está nublado.

Si hubiera una imagen que haya visto más veces a lo largo de mi vida, probablemente fuera esta: con todas las ventanas frente a mí, con sus colores, las terrazas con sus flores o con sus sinsabores. Los salones, que se iluminan por la noche, las cenas que ves, de vez en cuando, las personas que se asoman. El cielo. Los edificios más lejanos, que también se asoman. Los árboles: verdes, amarillos, marrones, desnudos y verdes de nuevo. Los aires acondicionados, las azoteas, los cables. Esa antena parabólica gigante que a todos sorprende y extraña.
Éste es mi telón de fondo. Y nunca hasta ahora había necesitado tanto reconciliarme con él, porque nunca hasta ahora, estar frente a él tenía este significado.

Cuando salía por las mañanas temprano, a veces cuando ni siquiera había amanecido, lo miraba, como extrañándolo y pensando: luego nos vemos. Cuando quería saber qué tiempo hacía, los primeros ladrillos que veía secos o mojados, eran éstos. Cuando no tengo otro sitio al que mirar, pues pongo mis ojos en él, los apoyo y los descanso. Como un punto de referencia, como algo que no cambia, que lo buscarás y lo encontrarás, porque nada ha cambiado de sitio, nada se ha ido ni nada falta.

Así que ahora que el cambio de hora se acerca inevitablemente, marcando el punto en el que el Eros deja paso al Tánatos, en el que el cuerpo sólo me pide escuchar discos que se hayan compuesto en plantas de oncología, en el que las duchas se hagan cada vez más largas, los días más cortos, las noches más pesadas, las paredes más frías, las bufandas más gordas, el aire más denso, el reloj más lento y la necesidad de escribir más patente, tengo que hacer las paces con el barrio, porque nunca hasta ahora, hasta este curso (que parece no arrancar nunca), me había ofrecido tan poco.



17.10.12

the real croquettes

¡Hola amigas y amigos!
Ya he vuelto. Sí, después de 3 meses, que no veáis lo que lía ponerte a vaguear, empiezas y luego no hay quien te pare. Pero bueno, aquí estoy de nuevo, menos beligerante... de momento.

Para compensar mi ausencia, aquí os propongo dos planes otoñales, diferentes entre sí, pero igualados en calidad de molones.

Por un lado, os dejo con esta receta fácil y buenísima de croquetas de jamón (aunque en realidad vale para cualquier ingrediente que queráis). Merece la pena. Hacedme caso, que yo de cocina entiendo a medias, pero en cuestión de comer soy toda una experta! Y la receta está basada en hechos reales, ojo!
Espero que os guste.




Para ver las imágenes en tamaño original, abridlas en una pestaña a parte.


El segundo plan es para aquellos que vivís en Madrid y que este viernes no tenéis planes: Space Monkey Club abre este viernes 19 de Octubre (Campoamor, 3 <M> Alonso Martínez). Y va a molar, porque un garito que lleva la palabra Mono es éxito y diversión asegurados (sí, esto podría llamarse publicidad, aunque prefiero llamarlo que soy una tía muy maja).

Os veo a todos allí. Traed croquetas!!


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