Quién no ha deseado alguna vez que ese peluche que arrastrabas a todas partes, que abrazabas con fuerza y al que hablabas sin obtener ninguna respuesta, cobrara vida de pronto y fuese una criatura real (y que además, hablase tu idioma).
A priori, puede parecer complicado disponer de Oso Pardo vivo en casa. Y digo a priori, porque no te resultará difícil si dispones, además, de una cuenta en Suiza, llevas al menos unos 8 años de concejal y alcalde de algún ayuntamiento y tienes una agenda llena de apellidos compuestos.
Para el resto de los mortales amantes de las criaturas adorables, Dios, que aunque lo parezca nunca se olvida de nosotros, presionó el boton de random universal y... ¡deseo concedido!
Un oso del tamaño de un perro. Un perro con apariencia de oso. Speothos venaticus. Simplicidad.
Es una criatura sencilla, sin grandes pretensiones, que combina con todo. Compacta, de un tamaño muy asequible, apta para un pisito de soltero. Emiten unos ruiditos muy graciosos, parecidos a los juguetes de los bebés que aprietas y suenan. Con una durabilidad aproximada de 10 años.
Grandes nadadores y excavadores.
El macho, además, contribuye a la crianza de sus pequeños, transportándolos y bañándolos.
Conciliando la vida familiar. |
Son tan humildes, que apenas sí tienen unas pocas líneas en Wikipedia, motivo por el cual este post se hace más aburrido...
Sin embargo, dejo lo mejor para el final, pues es imposible para por alto su nombre: Vinagre. Me parece el mejor nombre para un perro, yo no lo hubiera podido bautizar mejor. Un nombre que no tiene absolutamente nada que ver con él, pero cuyo surrealismo me ha conquistado plenamente. El Perro Vinagre. (Bush Dog en inglés... argh!)
A punto de "aliñar" la ensalada |
Y como siempre, después del madrugón del lunes, podemos echarnos una siestita para recuperar fuerzas, a ser posible, junto a algo amoroso y calentito que nos haga los sueños mucho más agradables.
¡Felices sueños avinagrados!
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